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Pabellón 3
fuerza,
de todo
fuga de nervios
lo pasamos espléndido
pero nadie ahí es
estupendo
solo una atención constante
a las ventanas
las frentes
apoyadas en el vidrio
no alcanzamos a prosperar
ni a estar felices
pero hay una cabra dando vueltas
y nos visita de vez en cuando
Pabellón 3
los sordos gritan
y quedan mudos
luego gritan
de otras formas
con gestos que se van instalando
para siempre
la resignación expresiva
o la comunicación desesperada
Pabellón Mío
otras cosas
nos vaciamos
nos drenamos
y nos ponemos vulnerables
el decir, todo el decir es vergüenza
Pabellón 3
vergüenza y nervio
que son suficientes, luces
luces, luces
Pabellón 3
despertar llorando
porque el salón,
porque la tarde,
el dormitorio, el conchasumadre
despertar llorando
porque no hay nadie diferente en
alguno de los veinte catres.
Pabellón 3
los colchones acumulados
las sábanas y mantos
los cubrecamas
la frazada extra
el mañana
el tarro
el gorro
las monedas
Pabellón 3
el ruido de la palabra
que no se dice
el ruido de dormir
y de mañana
Pabellón 3
lluvia intermitente
rutina de alimentación con panes redondos
mantequilla, cazuelas, leche
sin novedades en la conducta
pediculosis
Pabellón 3
filas hacia una puerta cerrada
ventana con barrotes
el día y el patio
¡están ahí mismo!
pero las visitas son pocas
salir al patio cada semana
asistidos por
tías.
Pabellón 3
Nada macabro
todo tierno y tenso
por el flujo violento,
que es posible abrir,
debido a frustraciones
ataques, aburrimientos
autoreprobación
desafíos, amenazas
defensas, descargos
.
21 dic 2011
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